martes, 20 de abril de 2010

EL PENSAMIENTO CONSTRUCTIVO DE LAS PERSONAS SUPEREXITOSAS

MANEJO DE LAS EMOCIONES: (la capacidad de manejar adecuadamente los fracasos, las censuras o desaprobaciones y las emociones negativas). Dentro de esta amplia categoría, los ‘superexitosos’ superan ampliamente a los del grupo promedio en el manejo de las censuras y de las emociones negativas en general. Los ‘superexitosos’ tienen confianza en sus decisiones y no se preocupan demasiado sobre si otros las aprueban o rechazan. También tienen una tendencia menor a lamentarse de infortunios pasados o a preocuparse por futuras amenazas que no pueden controlar. Tampoco reaccionan exageradamente ni generalizan tanto como otros, cuando las cosas salen mal,.

MANEJO DE LAS ACTITUDES (orientación hacia la acción, optimismo razonable y planificación) La principal diferencia entre los dos grupos es la orientación hacia la acción. A pesar de que ambos grupos se encuentran considerablemente por encima del promedio de esta característica, los ‘superexitosos’ están mucho más orientados hacia la acción que el grupo de comparación. Más que nada, su pensamiento constructivo consiste en determinar cómo pueden resolver problemas a través de una acción eficaz. Cuando se enfrentan con un desafío, se arremangan y se ponen a trabajar. Si cometen un error, lo corrigen lo más rápidamente posible para no perder el impulso. Tienden a considerar que ‘lo pasado, pisado’ y a seguir adelante.

PENSAMIENTO CATEGÓRICO (pensar en términos de ‘todo o nada’ o ‘blanco o negro’). Aquí se observa escasa diferencia entre los dos grupos. Los ‘superexitosos’ no piensan en forma rígida ni emiten juicios categóricos que les puedan dificultar su interrelación con diversos grupos humanos, ni que incidan negativamente sobre el logro de sus objetivos o interfieran con la solución eficiente de problemas. No consideran que la gente es toda buena o toda mala, del todo competente o incompetente; reconocen las gradaciones intermedias. Toman sus decisiones comerciales en forma flexible y están abiertos a eventuales compromisos. También los ejecutivos del grupo promedio son superiores al común de las personas en esas habilidades. De hecho, resultó que sólo son un poco más proclives al pensamiento categórico que los ‘superexitosos’.

OPTIMISMO INGENUO (expectativas positivas poco realistas). Los ‘superexitosos’ son algo menos ingenuamente optimistas que los ejecutivos promedio. Es interesante observar, sin embargo, que ambos grupos tienen un puntaje más elevado en este ítem que la mayoría de la gente. A pesar del riesgo concreto de equivocarse o tomar decisiones poco sensatas, el pensamiento positivo es, por lo visto, beneficioso en el mundo de los negocios, desde que genera (en uno mismo y en los demás) confianza, entusiasmo, energía y disposición para asumir riesgos.

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