viernes, 23 de abril de 2010

Como te perciben, te tratan

La famosa frase “Como te ven, te tratan” ha quedado obsoleta para comprender completamente la importancia de la imagen hoy en día.

El 93% de la comunicación que emitimos todos los días la decimos sin palabras, por medio de la comunicación no verbal de nuestro cuerpo. Tan sólo el 7% de nuestro impacto corresponde a las palabras que decimos.

Es cierto, seguimos siendo una sociedad meramente visual, no por nada el 83% de nuestras decisiones las hacemos a través de los ojos. El poder de la información que recibimos por medio del sentido de la vista es enorme. Por ejemplo, al conocerte los demás por primera vez, la forma en como vistes, los colores que usas, los accesorios que portas, el corte de la ropa, en conjunto, emiten un mensaje sobre ti, tu personalidad, autoestima, liderazgo, profesión, preparación, cultura y hasta el cargo que desempeñas en la empresa donde trabajas. Todo esta información la transmites entre 5 y 30 segundos sin darte cuenta y sin palabras. Al término de este breve acontecimiento, los demás se han hecho ya una imagen u opinión acerca de ti.

El poder del sentido del olfato se hace presente cada vez que somos cautivados por una persona que huele bien, hasta deseamos seguir conversando con ésta; pero por otro lado, desearemos poner fin a la charla si la persona con la que interactuamos tiene mal aliento o transpira demasiado. Muy pocos pueden soportarlo, y aquellos que lo logren la primera vez, trataran de evitar un segundo encuentro.

El sentido del tacto, tan poderoso en las relaciones personales e íntimas, en los negocios es determinante para cerrar una venta a través del saludo de mano, gesto de cortesía que muy pocos sabemos ejecutar correctamente para lograr proyectar una buena impresión, confianza y credibilidad. ¿Alguna vez has conocido a alguien que al estrechar su mano te haya provocado de inmediato desconfianza? Una vez más la comunicación no verbal se hace presente.

¿Qué hay del sentido del oído? Habíamos dicho que las palabras que decimos representan solo el 7% de nuestro impacto y comunicación. ¿Pueden mis palabras influir en la percepción que tienen los demás sobre mi? Claro que sí. El timbre, tono, ritmo y volumen de tu voz expresan tu personalidad y seguridad. Es por ello que es más importante la manera como saludes a los demás que el simple hecho de decir “Hola, buenos días”. El tono de la voz y la emoción que matiza tu saludo hace la diferencia.

Conocer el protocolo en los negocios, la cortesía y respeto hacia los demás también expresan mensajes sin palabras acerca de ti. ¿Cuántas veces alguien ha perdido tu respeto al llegar tarde a una cita muy importante?, ¿Con qué frecuencia has dejado de creer en alguien que no cumple sus promesas?

La manera como te perciben determina tu éxito,
en la vida personal y en los negocios

¿Qué es lo más valioso que toda persona tiene? Su reputación. Si ésta se descuida se pierde la confianza y credibilidad, lo cual significaría estar en bancarrota pues nadie se arriesgaría a creer tan fácilmente en nosotros.

Por todo lo anteriormente expuesto, hoy en día hablar de imagen es mucho más que hablar de ropa, moda y estética; es hablar de un activo intangible que es capaz de impulsar o frenar tu éxito en la vida personal y en los negocios. No olvides que “Como te perciben, te tratan”. Haz que tu imagen trabaje siempre a tu favor y no en tu contra.

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