martes, 27 de abril de 2010

Claves para ser un estudiante exitoso

Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.




Winston Churchill

Claves para ser un estudiante exitoso
 
La educación es una herramienta vital para alcanzar el éxito y hay varios factores que garantizan el buen paso por la escuela: el hábito de estudio, las estrategias de aprendizaje y el poder hacer frente a los exámenes con confianza y seguridad.




La psicóloga escolar Bettina Goyco de Paredes refiere que a la hora de estudiar hay que contar, primero, con capacidad para entender lo que se lee, así como combinar en el proceso de estudio lo auditivo, lo visual y lo quinestésico. Además, ser exitoso dependerá de la constancia para abrir los libros a diario.



Ayuda a crear el hábito “el tener en la casa un lugar de estudio apropiado, para que el niño tenga mejor concentración y pueda manejar su tiempo”, dice la psicóloga. Debe ser un lugar fijo, sin distracciones, que sea sólo para estudiar, con una silla cómoda, buena iluminación y materiales listos.



Un espacio en esas condiciones permite al niño organizar la mente y lo predispone a la actividad. No es lo mismo que estudiar en el comedor de la casa donde el flujo constante de personas y las distracciones impiden la concentración, además los espacios transitados o concurridos impiden “que el alumno pueda dejar un material a medias y retomarlo después”.



Desde los primeros años hay que ir cultivando responsabilidades relativas a la labor escolar, pero a partir del cuarto curso de básica es cuando hay que reforzar más, pues es el momento en que al niño se le comienza a exigir y llegan los exámenes.



Más que la tarea

La mayoría de los niños y adolescentes, una o dos horas después de llegar a la casa se sientan “a hacer tareas”. Según Goyco de Paredes, esto no es suficiente. Se recomienda “el repaso diario de la clase”, de manera que al llegar el examen haya verdadero dominio de los contenidos. Además, es aconsejable que el estudiante tenga buena relación con el maestro para que pueda solicitar información sobre los temas del examen.



Además, “los maestros deben trabajar los hábitos de estudio con sus alumnos”, recomienda Goyco de Paredes, pues muchos profesores tienen trucos para estudiar que podrían compartir con sus alumnos.



Reforzar el hábito del repaso en el hogar cada día inicia con un apoyo de los padres y la familia, y “nunca se debe asumir que el niño sabe cómo estudiar, hay que enseñarle”.



El tiempo de estudio en casa dependerá del sistema escolar en que el niño o niña se encuentre, pero se recomienda de 30 minutos a una hora, y para que sea efectivo debe haber organización. Para lograrlo se recomienda auxiliarse de una agenda, tener la mochila en orden, y las mascotas al día.





Estrategias y grupos

Las estrategias de aprendizaje son métodos que cada estudiante desarrolla para lograr fijar los conocimientos que adquiere a través de las clases. Al niño se le pueden enseñar diversas técnicas, pero son ellos quienes deben elegir aquella con la que se sientan más cómodos, la más efectiva.



Bettina Goyco de Paredes cita entre las técnicas más usadas la de la repetición, practicada por quienes repiten un contenido una y otra vez en forma oral hasta aprenderlo. “Otros niños tienen que hacer resúmenes constantemente, es decir, escribir y escribir hasta aprender”, explica.



También están los que necesitan reproducir el conocimiento en modelos, crear lo que están aprendiendo, poder tocarlo. Luego le dan nombre a cada una de las partes que lo conforman. Otros métodos son los esquemas, pero al final el estudiante elegirá la estrategia más efectiva.



Aunque puede estudiar de forma individual, los grupos de estudio son un modo popular de repasar en la escuela, aunque a veces la concentración en ellos corre peligro. La psicóloga entiende que estudiar en grupos “puede ser favorable, pero no para todos” y hay que observar ciertas reglas.



El grupo debe ser pequeño, de dos a cinco personas, y se debe llegar a él con dudas y preguntas para lograr nutrirse del conocimiento de los demás. Además hay que respetar la forma de aprender de los demás.



Los exámenes

Si bien es cierto que el año escolar concluyó, los exámenes son una constante en toda la trayectoria académica de una persona, por lo que aprender a dominarlos y saber cómo completarlos adecuadamente resulta esencial.



Para muchos, el solo verlo sobre la butaca hace que las manos suden, la cabeza dé vueltas y los nervios estén a flor de piel. Esas sensaciones las desata ese trozo de papel que busca probar si el estudiante domina los conceptos impartidos.



Goyco de Paredes explica que ese miedo se relaciona con ciertas materias y profesores que comunican el exámen como un momento de pánico, algo imposible de solucionar, cuando el éxito depende del estudio. A mayor preparación, menos preocupación.



Bettina refiere que no importa si el examen es objetivo (selección múltiple, completa, aparea...) o subjetivo (preguntas de desarrollo), gran parte del éxito dependerá de leer y entender bien cada pregunta del examen.



Luego bien se puede comenzar por lo más fácil o iniciar por las preguntas problemáticas, pero ojo, si se deja algo para luego hay que señalizarlo para no olvidarlo pues bajo ningún concepto se deben dejar preguntas en blanco.



Antes de entregar es de rigor revisar varias veces. Una vez corregido el examen es bueno que el estudiante “analice sus respuestas, qué hizo bien o mal, cómo estudió, qué dejó de hacer y qué debe mejorar para el siguiente examen”, dice Goyco de Paredes.

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