miércoles, 11 de agosto de 2010

Seis tipos de personas difíciles de tratar

Todos hemos tenido la oportunidad de tratar con personas difíciles, ya sea por ser mandonas, quejosas o incluso hiperagradables, este tipo de personas nos hace el trato complicado. He aquí una lista confeccionada por Clay Tucker-Laad de 6 tipos de personas difíciles para el trato cotidiano y algunas sugerencias de cómo lidiar con ellas.

El compañero hostil: : lidiar con personalidades agresivas u hostiles requiere tacto y esfuerzo.
Como estas personas pueden ser muy sensibles a las críticas y hasta reaccionar frente a ellas con violencia, trata siempre de ser cortes y comprensivo cuando les expones un error. En la charla cotidiana, evita tocar temas que tengan un fuerte contenido emocional, ya que este tipo de personas suelen ser muy sensibles. Si alguna vez os tratan con violencia, evita ser vengativo, esto sólo hará que aumente la agresión.

Existe una serie de consejos aprobados por especialistas sobre como tratar a una persona en estado agresivo: Reduce el nivel de ruido, es decir evita gritar. No pierdas la calma tu también. Si la persona ha cometido un error que no esta dispuesta a admitir trata de que te explique él mismo la situación sin juzgar sus acciones. Escucha lo que dice y nuevamente no juzgues sus sentimientos.

Para controlar la violencia trata de poner límites de una forma calma y clara, por ejemplo puedes usar frases como “Me gustaría poder seguir hablando contigo pero si no te calmas deberé llamar a la policía”

El quejoso crónico: Son aquellos que se quejan de todo, encuentran fallas por doquier, pero no hacen nada para resolver la situación. Para tratar con ellos, antes que nada, no caigas en la trampa de hacerte responsable de aquello de lo que se quejan. Tampoco os pongas a la defensiva o contraataques porque esto sólo traerá más quejas.

Trata de tomar una actitud paciente, pon por escrito las quejas y trata de llegar a un acuerdo mutuo para resolver el motivo de la queja. ¡Ojo! No te hagas cargo tu sólo, haz que el quejoso coopere para resolver la situación.

El hiperagradable o que en todo esta de acuerdo contigo: No importa lo que le digas, el o ella siempre estarán de acuerdo contigo, asentirán con una sonrisa y dirán que todo lo que se te ocurra es maravilloso. Este tipo de personas buscan constantemente la aprobación del otro. Seguramente han aprendido desde niños que si coinciden en todo lo que los demás dicen o proponen serán aceptados. Pero su continua agradabilidad puede hacernos perder la paciencia, especialmente cuando necesitamos de alguien que discuta nuestras ideas y aporte las propias.

¿Que hacer con ellos? Pues trata de mostrarles que se les acepta aunque disientan y discutan contigo, si le propones una idea pregúntales que parte de la misma les agrada más y cual menos, de forma de iniciar, sin que se note demasiado, un posible disenso.

El sabelotodo: Existen dos tipos de sabelotodos: aquellos que realmente saben y aquellos que no. Ambos pueden resultar tediosos.

El verdadero experto suele sentirse superior y hacer que la gente alrededor se sienta estúpida e inferior. No suelen permitir que se les ayude en nada y prefieren hacerlo todo ellos mismo porque así es mejor. Si debes tratar con un verdadero maestro, no dejes que su comportamiento realmente te haga sentir inferior, trata de defender tus ideas y posturas. Auto-respetarte puede llevar a que el otro también te respete.

En caso de que se trate de un falso sabiondo o charlatán la cuestión es más simple. Suele bastar con mostrarles que están hablando de más, para que se callen.

El pesimista: Este tipo de personas suelen tirar abajo nuestro más preciados proyectos e iniciativas, mostrando la dificultad de alcanzarlo o todos los obstáculos del camino. Centrados en las contras y nunca en los pros dejan nuestra moral por el suelo.

Aquí el secreto está en no dejarse arrastrar por sus ideas pesimistas. Para ello no discutáis ni trates de mostrar que hay más beneficios que contras, simplemente concéntrate en tus proyectos y no te dejes contagiar. Si no puedes evitar que te contagie, trata de no compartir con este tipo de personas proyectos y ambiciones.

El buenazo del grupo: El buenazo de un grupo esta tan verdaderamente compenetrado con las necesidades de los demás, que nunca hace nada por sí mismo. Siempre alerta a no herir sentimientos de ninguna parte relega sus propias opiniones en pos de las reconciliaciones.

Este tipo de personas nos hace en apariencia el trato muy ameno, hasta que descubrimos que en realidad no sabemos nada de ellas salvo su deseo de ayudar. Si estas realmente interesado en compartir con esta persona algo más que tus propias necesidades, trata de preguntarle de vez en cuando como se siente y de abrir un espacio para que también hable y cuente sus necesidades. Hazle saber que a ti también te importa ayudar.

A esta breve lista, seguramente cada cual tendrá su propio tipo de persona para agregar. Es que, claro, ¡Nadie puede ser perfecto como uno!

martes, 10 de agosto de 2010

Utiliza las Reglas del Samurai

n las Notas sobre las Reglas Marciales, está escrito lo siguiente: “Ganar primero, combatir después, lo que dicho en dos palabras es ganar antes. La riqueza del tiempo de paz es permitir la preparación marcial para el tiempo de guerra. Con quinientos aliados, se puede derrotar a una fuerza enemiga de diez mil hombres.”

Cuando uno intenta tomar el castillo de un enemigo y es necesario retirarse, hay que replegarse, no siguiendo la carretera principal sino las carreteras secundarias. Se debe tender a sus muertos y heridos con el rostro girado hacia el enemigo. Es evidente que el guerrero tiene que estar en vanguardia durante el ataque y en la retaguardia cuando la retirada. Cuando se ataca, no se ha de despreciar esperar el buen momento. Esperando el buen momento no se debe olvidar el ataque.

Entre los principios secretos de Yaygu Tajima No Kami Munemori, hay un proverbio: “No existe táctica militar para un hombre de gran fuerza moral.” Instruido por esto, cierto vasallo del Shogun fue a ver al Maestro Yagyu y le pidió que lo aceptara como a su discípulo. El Maestro Yagyu dijo: “Me parece que ya sois alumno de una escuela de Artes Marciales. Decidme el nombre de vuestra escuela antes de iniciar nuestras relaciones de maestro-discípulo.” El hombre contestó: “Yo no he practicado jamás un arte marcial.” El Maestro dijo: “¿No habéis jamás aprendido la disciplina de la escuela Tajima Nokami? Tengo la impresión de que sois uno de los maestros del Shogun. El hombre juró que no. El Maestro le preguntó entonces: “¿Tenéis algún tipo de convicción profunda?” El hombre contestó: “De niño tomé conciencia de que el Bushi es un hombre que no debe arrepentirse de su vida. He enterrado este pensamiento en mi corazón durante muchos años y ello se ha vuelto una convicción. Por ello, jamás pienso en la muerte. No tengo ninguna otra concepción fuera de ésta.” El Maestro Yagyu quedó muy impresionado y dijo: “Mi intuición no me ha engañado. El principio más profundo de la táctica marcial es el que vos poseéis. Hasta ahora, de cientos de discípulos que he tenido, ninguno ha alcanzado este principio. No es necesario prepararos con el “sable de madera” (boken). Voy a iniciaros inmediatamente.”

Enseguida le dio un pergamino. Esta historia ha sido relatada por Muragawa Soden.

Si alcanzáis demasiado rápido la gloria, la gente se volverá vuestro enemigo y no seréis de ninguna utilidad. Si os eleváis progresivamente en el mundo, las personas serán aliados vuestros y seréis felices. A la larga, que hayáis sido rápido o lento, en cuanto hayáis adquirido la comprensión de los otros, nada os amenaza. Se dice que la suerte que os es dada por otros es la más segura

Reprender y corregir a alguien por sus errores es importante. Este acto esencialmente caritativo es la primera obligación del Samurai. Pero hay que esforzarse en hacerlo de la manera conveniente. En efecto, es fácil encontrar cualidades y defectos en la conducta del prójimo. También es igualmente fácil criticarlo. La mayoría de las personas se imagina que es por gentileza que dicen a los otros lo que no desean oír y si alguna vez sus críticas son mal acogidas, piensan que los otros son incurables. Tal manera de pensar no es razonable. La misma da tan malos resultados como colocar a alguien en una situación embarazosa o bien si alguien nos insultara. Esto no es muchas veces más que una mala manera de sacar lo que nos pesa en el corazón.

La crítica sólo debe intervenir después de haber discernido si la persona la aceptará o no, después que uno se ha hecho amigo de ella, de haber compartido sus intereses y de haberse comportado de manera tal que nos concede su entera confianza para que tenga fe en nuestras palabras. Luego interviene el tacto. Hay que sentir el buen momento y la buena manera de ejercer su crítica – por carta o al regresar de una reunión particularmente agradable-. Hay que empezar comentando sus propios fallos y luego llevar a su interlocutor a comprender, sin pronunciar más palabras de las necesarias.

Hay que alabar sus méritos; esforzarse en darle ánimos, en preparar su humor; volverlo tan receptivo a las observaciones del mismo modo que el hombre sediento lo es al agua. Es entonces cuando hay que corregir sus errores. La crítica constructiva es delicada.

Sé por experiencia que las costumbres malas y antiguas, no ceden sin fuerza. Me parece que la actitud más verdaderamente caritativa consiste, para todos los Samurais al servicio de un mismo Daimyo, en ser benevolentes y amistosos los unos con lo otros, corregir mutuamente sus errores para servir luego al Daimyo. Poniendo a alguien voluntariamente en una situación embarazosa no se hace nada constructivo. ¿Cómo podría ser de otro modo?

Un sabio habla de la Ley de Atracción: El Maestro Yoda

“Vive el momento, no pienses; siente, utiliza tu instinto, siente La Fuerza”

“Miedo, Ira, Agresividad… El lado oscuro ellos son. Si algún día rijen tu vida, para siempre tu destino dominarán.”

“El poder de un Jedi fluye de La Fuerza”

“El apego a las cosas nos lleva a los celos”

“El crepúsculo llega y la noche debe caer, así es el orden de las cosas, el orden de La Fuerza”

“El miedo es el camino al lado oscuro”

“Nuestro encuentro no fue una coincidencia, nada ocurre por accidente. Encontrarle fue voluntad de La Fuerza”

“El miedo te lleva a la ira, la ira te lleva al odio y esta al sufrimiento…”

“La guerra no lo hace a uno más grandioso”

“Difícil mi misión es, pero imposible no”

“Bien, calma, sí; a través de La Fuerza verás cosas, otros lugares, el pasado, el futuro, los viejos amigos que se fueron…”

“No es diferente [más difícil], solo es diferente en tu mente, debes olvidarte de lo que haz aprendido”

“Siempre en movimiento está el futuro”

“Muchas verdades que creemos dependen del punto de vista”

“No, no lo intentes: hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”

“Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad”

"Como ganar amigos e influir sobre las personas"


1. Construya relaciones personales
  • Nunca critique, condene o se queje
    • La auto crítica es muy rara. Su crítica no será bienvenida.
    • La crítica provoca en el otro una actitud defensiva y rencorosa.
    • El estímulo positivo funciona mejor
  • Interésese genuinamente en las otras personas
    • La gente está generalmente más interesada en sí misma.
    • Recuerde sus cumpleaños y otros detalles importantes.
  • Hable en términos de los intereses de la otra persona
    • Fíjese en lo que le interesa a la otra persona y hable de eso.
    • Si no sabe nada sobre sus intereses, haga preguntas inteligentes.
  • Sea buen oyente
    • Preste atención a lo que la otra persona cuenta.
    • Aliéntela a hablar de sí misma. Haga preguntas enfocadas.
  • Haga que la otra persona se sienta importante
    • La gente en su interior quiere sentirse importante y apreciada.
    • Elogie las fortalezas de la otra persona y esta se esforzará por respaldar su opinión.
  • En la medida de lo posible diríjase a las personas por su nombre
  • Sonría.
    • Salude con una sonrisa, entusiasmo y animación.
    • Créase o no, la sonrisa se nota aún cuando hablamos por teléfono
Para vender sus ideas:
2.1 Implemente un espacio para la cooperación
  • Evite las discusiones: solo logrará perder.
    • La otra persona defenderá y estrechará más su posición previa.
    • Aún si "gana" terminará hiriendo el orgullo del perdedor y cimentará el resentimiento.
    • Guía para evitar las discusiones
      1. Reciba de buena manera el desacuerdo. Agradezca la nueva opinión.
      2. Conserve la calma.
      3. Escuche primero a su oponente sin interrumpir.
      4. Busque áreas de acuerdo.
      5. Si admite sus errores, le facilita a los demás que admitan los suyos.
      6. Si no pueden alcanzar un acuerdo, posponga la acción y comprométase a explorar la perspectiva de la otra persona.
  • Comience de una manera amistosa
    • Inicie la conversación con un cumplido sincero, con aprecio y simpatía.
    • Un tono amistoso le permitirá a la otra persona mencionar sus objeciones más abiertamente.
  • Permítale a la otra persona sacar partido de la conversación
    • Escuche atentamente las preocupaciones de la otra persona, le ayudará a reducir la tensión y a cimentar una buena relación.
    • Los otros necesitan terminar de explicitar sus ideas antes de escuchar las suyas.
  • Sea comprensiva/o
    • Mucha gente esta ansiosa por ser comprendida.
    • Dígales: "Me sentiría de la misma manera en esas circunstancias."
  • Respete las opinión de los demás. Nunca diga "Está equivocada/o." y menos que menos con sorna
    • A la gente no le gusta reconocer que está equivocada y puede tomarlo como algo personal.
  • Si usted está equivocada/o, admítalo rápida y enfáticamente
      • Demuestre su interés en examinar los hechos racionalmente.
      • Si otro está por criticarlo, no le deje comenzar!
      • Una dura auto-censura puede impulsar a los otros a suavizar sus críticas.
      • Admitir los errores esclarece la situación y permite resolver más rápidamente.
  • Intente honestamente de ver las cosas desde el punto de vista del otro
    • La perspectiva de la otra persona y su motivación son claves para entender sus decisiones, su agenda y su personalidad.
  • Encuadre sus requerimientos en términos de lo que motiva al otro
    • Pregúntese: "¿Por qué quería alguien hacer lo que yo pido?"
Cómo dar su opinión e impulsar mejoras
  • Comience con un cumplido y reconocimiento honesto
    • Es más fácil aceptar las críticas después de un cumplido.
    • Fíjese muy bien lo que se hizo antes de llamar la atención por las fallas.
  • Hable primero de sus propias faltas antes de criticar las de otra persona
    • Las críticas son más fáciles de soportar cuando son compartidas.
    • Es motivar ver que otra persona superó los mismos desafíos.
  • Llame la atención sobre los errores de los demás en forma indirecta
    • Criticar duramente y en forma directa puede destruir el incentive de mejorar.
    • Sugiera alternativas.
    • Sugiera que la idea no es mala, la situación o el entorno no son propicios.
  • Permítale al otro salvar la situación
    • La otra persona se pondrá a la defensiva si siente temor de ser avergonzada.
    • Además, siempre trate de hacer las críticas en privado.
  • Haga que la falta parezca sencilla de corregir. Use el estímulo
    • Haga que las faltas parezcan sencillas de corregir y las nuevas tareas sencillas de aprender.
  • Elogie el menor avance y cada avance
    • Los cumplidos refuerzan el desarrollo de las conductas deseadas.
    • Cuando de un cumplido, sea lo más específica posible.
  • Concédale a la otra persona una buena reputación que mantener
    • Por ejemplo: "Usted es muy capaz, pero su trabajo reciente no está a la altura de sus logros anteriores."
    • Respetar las capacidades de las otras personas las emponderará para alcanzar sus metas.