jueves, 15 de abril de 2010

LA ESCUCHA REFLECTIVA

En el fondo instintivo de nuestro ser, no pensamos, sentimos. Estamos hechos de emociones. A lo largo de los siglos nos habíamos esforzado en domarlas, en encerrarlas en sistemas de vida ordenados y represivos. Ante su dictado sólo cabía resignarse o rebelarse. Actualmente vivimos en un mundo que nos abruma con tentaciones y decisiones múltiples y tenemos que decidir en soledad, sin referentes claros, quiénes somos y por qué nos merece la pena vivir y luchar. Esta nueva libertad reclama la adquisición de una brújula, es decir, de las habilidades y las herramientas que permitan navegar con inteligencia emocional por los cauces imprevisibles de nuestras vidas.

Este libro recorre las distintas etapas de maduración emocional y social del ser humano no solo como individuo, sino también en relación a las personas que conforman nuestro entorno: padres, hijos, pareja, compañeros, amigos… En el umbral del siglo XXI las emociones, gracias a las puertas abiertas por la neurociencia, pueden catalogarse, comprenderse e incluso gestionarse: son la llave de nuestro centro neurálgico, llámese cerebro, alma, conciencia o libre albedrío. Conocerse a uno mismo permite descubrir las fuentes de nuestra felicidad, nuestra ira y nuestro dolor, para poder convivir armoniosa y plenamente con nosotros mismos y con los demás. leer más...

LA ESCUCHA REFLECTIVA
Para la convivencia pacífica entre personas, una de las herramientas
más eficaces y más sencillas de aplicar es aprender
a escuchar a los demás. Cometemos errores básicos cuando
escuchamos mal a los demás y esto nos impide con casi toda
seguridad resolver el conflicto, o peor aún, crea una esca-
lada del conflicto que podía haberse evitado aplicando algunas
normas básicas, contenidas en la llamada escucha reflectiva.
La escucha reflectiva está basada sobre la empatía y el respeto.
No hace falta que exista un conflicto para utilizar este
tipo de escucha. Sólo pretendemos trasmitir al otro empatía
y respeto y darle la oportunidad de expresar su postura o sus
sentimientos cómodamente.

Para escuchar de manera atenta a otra persona nuestro
lenguaje corporal será elocuente: mantenemos una distancia
prudente, nuestra mirada está relajada y nuestro silencio
es atento. Al final de la escucha es importante reflejar objetivamente
lo que hemos escuchado, tanto los sentimientos
de la persona como su motivo objetivo de queja: «Entiendo
que me estás diciendo que estás dolido porque en los últimos
tiempos ya no voy al parque contigo y viajo mucho».
Reflejamos, pues, de forma condensada tanto el contenido
objetivo como las emociones que expresa nuestro interlocutor
(en este caso está dolido porque no le dedicamos el
tiempo al que lo teníamos acostumbrado). Si tenemos dudas,
o si al otro le está costando expresarse, podemos hacer
preguntas abiertas (es decir, aquellas que no implican una
respuesta «si o no»): «¿Cómo te sientes cuando me voy de
viaje?».

Lo más importante en la resolución de cualquier conflicto
es articular de forma clara aquello que realmente ha causado
el conflicto para delimitarlo y centrarse en ello. Si nuestro
interlocutor se siente escuchado, también se sentirá
confortado y respetado. Su integridad emocional no se verá directamente
amenazada. Si hay un conflicto, éste no escalará
de forma tan fácil.
Si reflejamos objetiva y exclusivamente el tema tratado,
los sentimientos implicados y los valores que son importantes
para nuestro interlocutor, éste se sentirá escuchado de
forma constructiva. Estaremos marcando una lista de prioridades
en la que podemos empezar a trabajar de forma conjunta.

Si nos fijamos en cambio, como puede ocurrir fácilmente
durante una discusión, en las «amenazas» del interlocutor
—aquello que dice fruto de la frustración, pero que en realidad
no pertenece a la causa primera de su ira— nos perderemos
en cuestiones que no son las principales y que no ayudan
a resolver el problema, sino que lo escalan y nos alejan de su
resolución pacífica.

Del libro BRÚJULA PARA NAVEGANTE EMOCIONALES, recientemente publicado por Elsa Punset

1 comentario:

  1. El concepto de escucha reflectiva parece relacionarse con referentes que Humberto Maturana refiere en términso de "lenguajear en el amor".

    Niklas Luhmann refiere la "comunicación reflectiva" como parte de los desarrollos de las teorías de la reflectividad de la segunda modernidad, en la que se destaca el papel de la autorreferencialidad y la autopoiésis como referentes claves generadores de sistemas sociales en la radicalización de la autonomía del conocimiento. Para profundizar en ello sugiero leer mi último producción "CURRÍCULO Y CRÍTICA INFORMACIONAL". Libro que obsequio, con fines académicos y científicos, en mi sitio web: www.elitv.org

    Elías Tapiero Vásquez

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