miércoles, 5 de mayo de 2010

Las manos unidas: Ansia, negatividad o frustración

Cuando vemos a una persona con la posición de las manos unidas, es decir, las dos manos juntas, ya sea con la palma de una en el dorso de la otra o con los dedos de las dos manos entrelazados, quizás genere en nosotros la idea de que esa persona está segura de sí misma, sobretodo cuando la postura va acompañada de una sonrisa, sin embargo… las investigaciones demuestran que su significado está lejos de ser ese.

El gesto de las manos unidas revela represión, ansia, o negatividad. Es decir, una persona que quizás quiera participar en una conversación pero no está seguro de si lo escucharán o no, quizás no hable y adopte esta postura del mismo modo que la adoptaría otra persona que quizás no tiene mucho tiempo y espera impaciente que los demás acaben su comida para salir del restaurante.

Más cosas… si este gesto lo utiliza una persona que está intentando conseguir un trato, o quizás está participando en una conversación en la que se ha de llegar a un acuerdo, quiere decir que no le están convenciendo demasiado los argumentos que se están presentando, y si la persona que adopta esta postura es la misma que ofrece los argumentos, será porque piensa negativamente y cree que sus propios argumentos no van a convencer a los demás.


Ya sea que las manos unidas vayan acompañadas de otros gestos negativos o positivos (como una sonrisa), la postura sigue teniendo el mismo significado.
Al igual que sucede con otros gestos, como por ejemplo con el gesto del ganador, la altura a la que se colocan las manos unidas pudiera indicar el nivel de intensidad de las emociones, esto quiere decir que una persona sentada que tenga las manos unidas a la altura de la cabeza sentirá más frustración, ansias o negatividad que una persona que en la misma situación tenga las manos unidas sobre la mesa o en el regazo.

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